Historia de la ONCE

La ONCE son las siglas para abreviar la conocida Organización Nacional de Ciegos Españoles, organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar la vida de las personas invidentes, con alguna deficiencia visual y discapacitados en general.

Los datos recogidos hasta diciembre de 2016 corroboran que hay una cantidad de 72.256 afiliados, entre los cuales, la deficiencia visual del 80 % es muy alta, y el 20 % restante es totalmente ciego.

A principios del siglo XX empezaron a venderse las primeras rifas callejeras en España, a manos de asociaciones y colectivos de invidentes. En un principio se trataba de sorteos ilegales, empezaron a extenderse relativamente rápido por las distintas ciudades, así como creándose asociaciones pro ciegos en por la zona de Levante, Cataluña y Andalucía.

En el año 1930 fue cuando se realizó un primer intento en crear una organización nacional con la Federación Hispánica para Ciegos, y en 1931 se creó el Patronato Nacional de Ciegos, el cual era dirigido por videntes, el cual heredaba el Patronato Nacional de Sordomudos, Ciegos y Anormales existente en 1910.

Durante la Guerra Civil Española, en 1937, se impulsó la Federación Bética de Ciegos de mano de Javier Gutiérrez, que agrupaba otras asociaciones locales de Andalucía y Extremadura con el objetivo de convertirse en una organización nacional. En enero de 1938 decidieron reunirse con el grupo de Burgos, que había iniciado la reconstrucción del Patronato de Ciegos con el fin de llegar a un acuerdo y nacionalizarse.

El 26 de agosto de 1938, se expuso ante el Gobierno una propuesta de creación de una organización nacional de ciegos y su labor con la integración social de los invidentes, y el 4 de diciembre se presentó al Consejo de Ministros, los cuales aprobaron dicha propuesta, siendo firmada por Francisco Franco el 13 de diciembre de 1938, permitiendo la entrada en funciones de la ONC.

En el año 1939 fue cuando se aprobó la participación de ONC (no se añadió el término Españoles en las siglas hasta 1952) en el monopolio estatal del juego comercializando los cupones pro ciegos, siendo esta la única fuente de ingresos de las personas con deficiencia visual que no puedan desempeñar ningún otro tipo de trabajo.

Durante 1940 se abrieron los primeros colegios para ciegos fomentando su inclusión en el mundo laboral mediante fábricas de dulces y talleres industriales. A partir de 1960, la inserción de los invidentes en otros trabajos que no fueran la venta de boletos empezó a coger peso, por lo que se centraron en la creación de distintos centros de formación para abarcar otros sectores:

  • - Escuela de Fisioterapia en 1964
  • - Escuela de Telefonía en 1966
  • - Escuela de Rehabilitación y Formación Profesional en 1966.

  • En 1982 la ONCE consiguió democratización autogestión, que permitía a los afiliados elegir al presidente de la organización mediante elecciones, cosa que supuso un proceso de modernización y democratización de gran importancia, lo que llevó a la ONCE a convertirse en una gran institución de servicios, la cual, en 1984 logró un aumento de ventas del 300 %.

    En el año 1988 se creó la Fundación ONCE para la inclusión sociales de las personas discapacitadas, así como la el grupo empresarial Fundosa, para poder generar puestos de trabajo estables.